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Liderazgo Cristiano

¿Qué es realmente el liderazgo cristiano?

Cuando hablamos de liderazgo cristiano, muchos imaginan de inmediato a una persona carismática, con una voz potente, frases inspiradoras listas para redes sociales y una presencia que llena la sala. En México decimos que esas personas “son el alma de la fiesta”. Durante mucho tiempo, también yo pensé que eso era liderazgo cristiano. Que era un llamado exclusivo para los carismáticos, los sanguíneos, los que traen un Colgate en la sonrisa y una predicación en cada gesto.

Pero entonces entendí algo que lo cambió todo. El liderazgo cristiano no se trata de tener seguidores, sino de cargar una toalla. Literalmente. Esa toalla que Jesús usó para lavar los pies de sus discípulos. Eso me voló la cabeza. Como dice Mateo 20:28: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir”. Ahí se me cayó el mito.

El modelo de liderazgo de Jesús

Jesús no fundó una empresa. No buscó seguidores en redes sociales. No escribió un bestseller de autoayuda. Se arrodilló y lavó los pies de sus discípulos. Enseñó con su ejemplo. Inspiró por su humildad. Lideró sirviendo.

En un mundo saturado de líderes ruidosos pero vacíos, su ejemplo sigue siendo radical. Su liderazgo era espiritual, profundo, contrario al sentido común. Era liderazgo de servicio, liderazgo siervo. No se trataba de poder sino de entrega. De cargar una toalla, no de ocupar un escenario.

Principios clave del liderazgo según el Evangelio

  • Carácter antes que carisma: El liderazgo cristiano empieza en el corazón. No en la elocuencia. No en la posición. La santidad personal, la integridad y el fruto del Espíritu son su base.
  • Servicio genuino: Ser líder es ponerse al último, lavar pies, abrazar la incomodidad. Es discipular, escuchar, llorar con los que lloran.
  • Autoridad basada en la Palabra: No en ideas propias ni en estrategias humanas. El líder cristiano confía en la Escritura y depende de Dios.
  • Formación de otros: Un verdadero líder levanta a otros. Multiplica, no centraliza.

Desmitificando al líder perfecto

La mayoría de las páginas sobre liderazgo repiten el mismo sermón motivacional:, inspira con tu ejemplo, “Sé positivo”,  piensa en grande… ¡Son buenas frases! Pero que ya no mueven la aguja de la brújula. El problema es que muchos han confundido el liderazgo cristiano con una versión religiosa del coaching motivacional. El resultado: iglesias llenas de “influencers del reino”, pero vacías de siervos dispuestos a sufrir con el pueblo.

No necesitas ser extrovertido. No necesitas tener voz de predicador. Necesitas ser obediente. Necesitas imitar a Jesús. Necesitas una toalla.

El liderazgo del Reino: paradoja y verdad

En el Reino de Dios, los primeros son los últimos. Los grandes son los que sirven. Los líderes son los que cargan con los demás, en lugar de subirse sobre ellos. Esa es la belleza del liderazgo cristiano: transforma corazones desde el ejemplo, no desde la imposición.

Y en ese proceso, uno descubre que Dios llama a todo tipo de personas. A los carismáticos, sí. Pero también a los callados, a los prudentes, a los que se sienten pequeños. Porque no se trata de lo que tienes, sino de a quién sirves.

Conclusión: líderes con toalla

Liderar como Jesús no es fácil. Es contracultural. Pero es el camino del Evangelio. No buscamos reconocimiento, buscamos reflejar a Cristo. No construimos imperios personales, edificamos el Reino. No buscamos likes, buscamos lavar pies.

¿Y tú? ¿Ya tomaste tu toalla?  ¿La tomamos juntos?

Foto de Autor

Erik Flores

Emprendedor, diseñador gráfico, fundador de Edumusical Worship. Conferencista teológico certificado (EC1476 por el gobierno de México), miembro de la Alianza de Comunicadores Cristianos A.C. (ACC) .

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